¿
Alguna vez has sentido ese sentimiento de rendirte? ¿De que todo lo que te rodea, de pronto, deja de tener sentido? Y sin esperarlo te empiezan a venir imágenes de lo que pasará si continúas y empiezas a ponerte nerviosa,olvidas como respirar y da igual que estés en la calle, en tu casa, porque un terrible dolor se instala en tu pecho y tienes ganas de gritar: “¡Bien, basta! y de llorar, pero te tragas a sorbos los gritos y pestañeas tan rápido como puedes para que no se inunden tus mejillas con ese rió saldo.
Pdt: Felices fiestas a aquellos que si les gusta y a los que,
como yo no, pues...feliz también!