En lo que se tarda en fumar un cigarro,
nos hemos dado cuenta,en el escondite del silencio,
que no somos más que piezas de rompecabezas mal encajadas,
que se arreglan con pedacitos de los demás,
que en realidad no necesitamos más que un poco de compañía,
para darnos cuenta de que solos, jamás encontraremos el equilibrio.