Somos pequeñas galaxias encerradas en diminutos caleidoscopios, que se expanden y se contraen, que se contraen y que se expanden, todo, todo el tiempo (Como tu pecho al respirar).
Somos niños, somos gigantes, que juegan con fuego, el fuego de las almas, y que vuelan hacia el sol pero que se comen las lunas en forma de cruasán sin miedo a empacharse. Somos cascabeles que juegan a no hacer ruido y al escondite en la oscuridad de los sueños. Somos todo lo que queremos ser y todo gracias a tu magia (a la nuestra quizás).