Quiero que (alguien) me diga,
Voy a arrancarte unas (dos, tres, mil) sonrisas, voy a quitarte el miedo a mordiscos y a cambiarte esa cara de niña asustada.
Voy a hacer que te lata el corazón con su sístole-diástole (otra vez) y que te ardan las mejillas.
Voy a meterme entre tus costillas, a volver a inflarte los pulmones, acariciar despacio tu corazón y a dormir abrazado a él todo el tiempo que haga falta, van a volver las estrellas de tus ojos, te prometo que sí.
De verdad, necesito que (alguien) me prometa todas esas cosas.